Jajaja, En algún momento de la vida (no sé cuándo) las cosas empezaron a ponerse muy extrañas y nuestras prioridades empezaron a cambiar.
Mientras que el mayor miedo de mi abuelita es enfrentar la muerte, el de mi vecina, es que su novio con buen gusto en zapatos, termine siendo gay.
Nuestra vida se volvió tan complicada, que nuestros miedos se convirtieron en una bola de estupideces.
¿A dónde vamos a parar?
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